Hace ya muchos años que nos abandonó por desgracia Sarriá, concretamente en el año 1997, un gran estadio que no debe quedar en el olvido.
El estadio de la carretera de Sarría (curioso nombre oficial) es uno de los estadios míticos que nos abandonó hace años. Los problemas económicos hicieron que el Espanyol necesitara dinero, y viera con buenos ojos la idea de vender los terrenos para irse a otro estadio que no le supusiese gasto. Así, en Sarria se construyeron viviendas, y el Espanyol se trasalaba de prestado Montjuic, y de paso se mataban dos pájaros de un tiro, ya que Montjuic pasaba a ser utilizado, cuando empezaba a correr riesgo de convertirse en un elefante blanco (termino utilizado para catalogar las infraestructuras sin apenas utilización ).
Popularmente conocido copmo la Bombonera, la nostalgia al recondarlo entre los aficionados del espanyol es inevitable.
Un estadio de los más notables en la España de los 80, lo cual le sirvió para ser sede del Mundial del 82. Es en Sarriá donde Italia se cargó con un 3-2 quizás al mejor Brasil de la historia con un hattrick de casi desconocido Paolo Rossi que eclosionó en aquel Mundial. Uno de los mejores partidos de los Mundiales.
Sarriá era un estadio de tamaño medio, con capacidad para 44.000 espectadores, de aspecto casi simétrico salvo por la cubierta de la tribuna principal, estaba compuesto por dos fondos sencillos y en los laterales graderíos de dos anfiteatros. Era muy conocido por la tremenda inclinación que tenía el segundo anillo de las tribunas laterales.
Un estadio mas que digno, que de no haber sido por las necesidades económicas del Espanyol en aquella época, a buen seguro que con una lavada de cara a día de hoy seguiría siendo uno de los estadios más carísmaticos de nuestra liga. Una verdadera lástima.
La salida del Espanyol de Sarriá fue realmente traumática, ya que su sustituto, el Olimpico de Montjuic no era un destino tan acogedor, ubicada en lo salto de la montaña, con un aforo sobredimensionado para un equipo con el periquito y con pista de atletismo, el Espanyol nunca se sintió a gusto en ese estadio.
Es por ello, que en cuanto les ha sido posible, el Espanyol ha construido un nuevo campo en Cornella, un campo espectacular, al que este blog aun le debe una entrada, que seguramente hace que muchos aficionados blanquiazules terminen añorando algo menos Sarriá, aunque siempre echarán de menos su céntrica y cómoda ubicación.
Sin lugar a dudas una gran pérdida la desaparición de Sarriá, aunque viendo el espectacular nuevo estadio de Cornellá, parece que la pérdida es algo menor.
En 1982 se habló de la mala suerte de que «el grupo de la muerte» cayera en Sarriá y no en el Camp Nou, pero yo creo que vino mejor para el recuerdo del Mundial. Sarriá tenía una cercanía de las gradas de esas que ya no se ven, siendo un estadio mucho más cálido que aquel Camp Nou. . Es difícil ver mejores planos futbolísticos que en aquel Brasil-Italia, el paradigma del fútbol retro. Para colmo el plano de la TV estaba situado en un sitio perfecto (segundo anfiteatro) para ver el partido impecablemente y ver al mismo tiempo el ambiente de las gradas con las banderas y bufandas, el fútbol con mayúsculas. Indudablemente el nuevo estadio se mea en Sarriá, es magnífico, pero nunca llegará a tener ese calor y esa personalidad que tenía la carretera de Sarriá(en mi opinión)
trabaje en la construcción de la grada ultima renovada era por los años 72 mas o menos por supuesto lo echo de menos
Muy de acuerdo con todo lo expresado. Un campo clásico tristemente desaparecido. El nuevo estadio es seguramente más cómodo y sin duda muy bonito, pero no tiene el sabor añejo de Sarriá, ni la centralidad que tenía éste.
las directivas de los equipos son como los politicos,toman medidas que la gente no quiere.